Se permite pensar

Hagamos preguntas, la ignorancia es cara

El mérito de la duda, penúltima parte: “¿Ya formaste conclusiones?”

Se estima que existen muchos billones de conexiones en nuestro frágil cerebro y los científicos apenas empiezan a intentar estudiarlas para entender que funciones cumplen. ¿Cómo se forma una creencia? Aún no existe una teoría que realmente explique la conciencia humana.

Las mismas preguntas que se hacían los pensadores hace miles de años siguen vigentes. ¿Existe/n  Dios/a/es? ¿Qué ocurre después de la muerte?  ¿Tiene el ser humano un alma independiente de su cuerpo? Si viajamos por todo el mundo, el  90% de la gente tiene una opinión formada sobre estas preguntas, y las respuestas varían de acuerdo a lo que se acostumbra creer  en cada región, o sea lo que sus padres, la entidad religiosa local y la sociedad en general les transmitieron.

Pero la evidencia que se presenta para cada creencia es débil. Y es evidente que si alguna creencia es correcta, entonces todas las distintas tienen que estar equivocadas. Muchos murieron cuestionando las creencias de la mayoría, en algunas partes del mundo aún es muy peligroso hacerlo, y en muchos otros lugares te verían con cautela, porque muchos asumen, repitiendo lo que oyen el fin de semana, que la única fuente de ética personal es a través de la fe y la ayuda del ente sobrenatural. Y si bien la fe puede ayudar a la población a vivir una vida más ética, me resulta obvio leyendo las noticias que también hay ética sin creencia, y falta de ética en algunos creyentes, o sea que la asociación no es subordinada.

El creyente “siente” la presencia de Dios, pero no participan los sentidos, no lo ve, no lo oye ni lo toca, por lo que es posible pensar que la fe no es mas que una emoción,  inculcada desde afuera y luego formulada en el cerebro, y compartida con otros, como lo es el amor, el miedo, etc.   Se que esta idea puede ofender a algunos, también se por experiencia propia, que la fe en un ente sobrenatural, que en general se materializa en un “padre creador” o una “madre protectora”, es una de las posesiones mas importantes para una persona. Se convierte en una convicción de que uno conoce y acepta la única y completa verdad. Pero si hay una sola verdad, ¿Cómo sabemos con seguridad quienes la tienen?

Algunas personas sufren por la falta de fe de otros. Piensan que aquellos que no creen (ateos, escépticos, incrédulos, o como quiera llamarlos) van a quedar afuera, después de su muerte, del “Reino de Dios” donde solo entran los que aceptaron su mensaje. Pero si es que hay una existencia más allá de la muerte nos enteraremos después de morir. Una mente inquisitiva, tal vez creada directamente por un Dios o tal vez por el proceso evolucionario de la misma naturaleza, está destinada a hacer preguntas. ¿Le parece lógico que ese Dios va a sacrificar al que hace preguntas o pide evidencias un poco mas solidas? A mi no, porque evidencia es lo que buscamos en todas nuestras otras decisiones. ¿Le parece aceptable que ese Dios también esté dispuesto a sacrificar a todos los billones que viven en otras culturas y no han tenido una oportunidad aceptable de comparar ideas? A mí no, francamente sería un Dios muy injusto.

A mi juicio, este concepto de la exclusión de los que dudan, es un muy buen método para que sean relativamente pocos los dispuestos a hacer preguntas. Estudiando la evolución de las creencias religiosas a través de la historia, me resulta obvio que ha contribuido  a que las instituciones religiosas que promueven ese tipo de doctrina exclusivista, entre las que están las dos mas populares (el Cristianismo y el Islamismo), hayan tenido mucho mas éxito que otras en la lucha por ganar adherentes.

Volvemos al concepto de que el ser humano detesta quedarse afuera del grupo.

Continuará. 

Peregrinos religiosos en Paquistán 

enero 2010 - Posted by | EEUU, El mérito de la duda, La vida en EEUU

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